EL FUTBOL ES VIDA
En primer lugar, quiero comenzar con una pequeña reflexión personal lanzando una pregunta al aire: ¿ QUÉ ES EL FÚTBOL ? A menudo la gente de mi entorno se sorprende cuando les cuento mis anécdotas y el tiempo que le dedico al fútbol. Un ejemplo es que prefiero ver un partido del Prebenjamín B a un concierto de Bruce Springsteen mientras escucho cosas como “ Es una oportunidad única “. Intento convencerles. A fín de cuentas, a uno lo vemos por Youtube las veces que queramos mientras que el crecimiento de los niños es único pues las cámaras son nuestros ojos. “ Estás loco “ me dicen. El fútbol no es tan simple como una pelota y 44 piernas desesperadas por golpearla. El fútbol es pura emoción engloba todos los estados de ánimo. El fútbol es pasión y saca de ti respuestas que ni siquiera tú mismo te esperas. Pero sobretodo, el fútbol es UNIÓN y AMISTAD pues te ofrece la posibilidad de conocer a gente que en otros ámbitos jamás sabrías de ellos. No hay nada más bonito que abrazarse a un compañero después de un gol tras una semana de intensas disputas. Sí, el fútbol es tensión y hay que canalizarla. En mi caso, suele ser con las mismas personas. A veces hay gritos, golpes en la mesa y también simpáticas frases como “ Vete a tomar por c… “ pero todo termina cuando salimos por la puerta del campo. Por desgracia , este fín de semana perdí a un ser querido y todos sabemos lo que implica. Horas y horas de espera en sitios que no quieres ver ni en foto. Por suerte, en mi familia, no estamos faltos de amigos y pudimos comprobar como en las malas no estamos sólos. En mi caso particular, y al margen de los amigos de la infancia (esos que se cuentan con los dedos de las manos) y distintos familiares, me ví arropado por mis compañeros de grada de A Malata que sacrificaron nuestras previas prepartido por estar conmigo. También y como no puede ser de otra manera, por mi segunda familia. Esa a la que espero seguir dando guerra muchos años esté dónde esté. No es otra que la del Freixo. Esa la que me uní hace dos años y de la que espero seguir formando parte hasta que el destino nos separé. Y cuando lo haga, seguiré pendiente del móvil echando una mano en lo que pueda. Tanto yo como mi familia agradeceremos eternamente ese apoyo y mi abuela, allá dónde esté, seguro que también. En este momento al redactar esta carta no puedo hacer otra cosa que no sea sonreir. Quizás no estoy tan loco y tengo un poco de razón en mi ejemplo inicial. EL FÚTBOL ES VIDA.
Para finalizar, quiero daros las gracias a todos. A Juan , nuestro líder que espero que siga otros 25 años al frente de eso. A Juan Carlos, mi padre futbolístico que siempre tiene una respuesta para cada pregunta y preguntas a las que yo no tengo respuesta. A Marcos , mi saco de boxeo por el cargo que ocupa pero un ejemplo de amistad y trabajo desinteresado. A Santi , ese que nunca falla y siempre está dispuesto a ayudar y buscar una solución aunque ella pase por madrugar un Domingo y atravesar Galicia para llevarme a un partido. A Joaquín, Marcos y José, personas increíbles y sinceras que me llevaría a cualquier equipo del mundo. También y como no podía ser otra manera a los padres y todos los niños del equipo cadete que ya que son de “mi propiedad“ voy a darme el lujo de dejarlos para el final. Recordad que no siempre el primero es el más destacado, que el camino es mejor recorrerlo todos juntos y en que en el fútbol como en la vida, UN TROPEZÓN NO ES CAÍDA.
GRACIAS.
HECTOR RICO VILLORAS
